Requisitos para ser piloto de F1



¿Cómo se llega ahí? ¿Qué requisitos se debe de tener para ser uno de los 22 hombres que en todo el mundo pueden alinearse en una parrilla de salida de un Gran Premio de Fórmula 1?

Millones de euros.

El primer paso consiste en echar un vistazo a las cuentas bancarias de la familia, porque el automovilismo ha sido tradicionalmente un deporte de élite, y aún hoy es complicado abrirse camino sin un soporte económico muy fuerte. Aunque haremos una aproximación en cada escalón, llegar a la Fórmula 1 sin gastarse cuatro millones de euros significa ser un caso muy especial.

Cuanto más niño, mejor.

La siguiente tarea debería ser asegurarse de que el candidato no tiene más de seis o siete años. Eso no significa que un chaval de diez o incluso 12 años no pueda triunfar en el automovilismo (Andy Priaulx, bicampeón del Mundial de Turismos, sirve de ejemplo en este sentido), pero sus oportunidades menguan a la vez que el niño crece.

Ser un apasionado.

No menos importante que los dos anteriores requisitos es descubrir si existe verdadera pasión en el posible piloto. Lejos de ser un pasatiempo o un juego, constituye una apuesta muy seria que condicionará de forma inevitable la vida familiar (tanto más cuanto mayor sea el porcentaje de patrimonio destinado a su formación deportiva) y social del niño. Así pues, una buena técnica es dejar que sea él o ella quien manifieste claramente su orientación, sin recibir la menor presión de su entorno, pero sabedor del camino que tiene ante sí.

Vidas paralelas.

Lo primero que hay que tomar en consideración es que ser piloto significa tener dos vidas paralelas, con el consiguiente esfuerzo para un niño. Una de ellas es muy similar a la de cualquier otro chaval, con mucho énfasis en su formación académica. En este sentido, dominar varios idiomas (por este orden, inglés, italiano y francés) y optar por una carrera técnica en la universidad son condiciones muy importantes que podrá aplicar a su segunda vida, la de piloto, que abarcará inicialmente sólo fines de semana y que no salpicará al resto de la semana hasta que el piloto alcance peldaños muy altos ya en la jerarquía de categorías de promoción hacia la Fórmula 1.

Mentalidad de campeón.

Una educación emocional fuerte puede ser también clave en personas que se verán sometidas a fuertes presiones durante su carrera, empezando por una casi ausencia de tiempo libre desde la niñez, que contrastará con el ocio generalizado de sus amigos.

Fuerza bruta.

El ejercicio físico es otro de los puntales básicos en la formación de un piloto, tanto para aprender a controlar las enormes fuerzas que un coche puede ejercer sobre el cuerpo de su piloto como por la muy necesaria estimulación de los reflejos y la coordinación psicomotriz que supone.

Fuerza mental.

Establecer una seria disciplina de entrenamiento físico general ayudará al principiante a aplicar otra similar a las tareas de pilotaje. Mejorar al volante requiere muchísima concentración, capacidad de análisis, voluntad de superación y un nivel de competitividad por encima de la media. No obstante, jugar un partido de fútbol o correr 5.000 metros al día no está reñido con ninguna de las anteriores cualidades.

Luego para lograr destacar ante los ojeadores hace falta contar con un coche rápido y efectivo, lo que puede suponer 40.000 euros anuales . ¿Alguno se ve capaz?

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