Eso sí, si lo hacemos, lo hacemos bien, con su nivel y todo.
Con una taladradora sin cable, por lo de los enredos, y con todo el cuerpo fuera si hace falta. Somos profesionales.
Y ahora ¡un poco más difícil!
¿Nos habremos equivocado en la medida?
Un momento digno de un circo. ¡Con una sola mano!
¡Llegan los refuerzos! El patrón no es menos insensato.
¡Tira pa rriba! :¡Asín... asín! ¡Queda niquelao!
Ya podemos quitar la cuerda del aparato, que es lo importante. Qué diría el cliente si se lo escogorciamos.
Últimos retoques...
¿Está usted seguro de que esto no se cae?
Abajo estaba el suelo mullidito con su hierba y todo. No íbamos a ser tan insensatos como para trabajar jugándonos la vida.
Yo, que tengo vértigo, me hubiera desmayado sólo de mirar cómo un tipo saca medio cuerpo por mi ventana...
ResponderEliminarY no decir de la chapuza de hacer el agujero medio metro por encima del acondicionador para dejar colgando el cable o la imagen que hace en medio de una fachada de ladrillos semejante aparato.